Ya se había consagrado en dobles junto a su hermana y ahora Serena Williams logró el título en individuales venciendo en la final a la belga Justin Henin. Fue 6-4, 3-6 y 6-2 para la estadounidense que así sumó su quinto Abierto de Australia.
Por Fernando Pecorelle
Era un choque de campeonas porque se enfrentaba la actual y la ex número uno. Dos jugadoras que supieron tener grandes duelos, volvían a verse las caras. Justin Henin, tras su vuelta luego de dieciocho meses, quería destronar a la actual campeona y tener el regreso perfecto. Sin embargo, Serena Williams tenía otros planes y tras batallar durante un poco más de dos horas se llevaría la victoria.
Fue la potencia y el juego físico el que prevaleció sobre la técnica. La mejor en el ranking arrancó mejor y sacó la primera diferencia para ponerse 3-1. Sin embargo la belga se recuperó y se pondría 3-4. Pero el saque más el buen juego ofensivo fueron determinantes para que la estadounidense cerrara la primera manga por 6-4.
En el segundo set todo cambió. La belga comenzó a ser más precisa y a tomar protagonismo de las acciones. Quebró en el séptimo game, mantuvo en el siguiente y en el noveno volvió a quitarle el saque a Williams para ganar 6-3 y extender la final al set decisivo.
Pero la actual número uno y defensora del título ratificó porque es la mejor y después de un comienzo parejo, terminó doblegando a la europea por 6-4, 3-6 y 6-2. De esta forma la menor de las Williams conquistó su quinto Abierto de Australia (2003-2005-2007-2009) y su duodécimo Gran Slam, igualando la marca de su compatriota Billie Jean King.
Imagen Gentileza Diario Olé
