sábado, 3 de julio de 2010

Quebrados en el medio


La Selección perdió por 4-0 frente a los teutones en Ciudad del Cabo y no pudo quebrar la racha de 20 años sin estar en semifinales. Müller (PT 2m), Klose (ST 22m y ST 43m) y Friedrich (ST 28m) marcaron los goles. El equipo nacional apostó por un planteo audaz, pero pagó muy caro sus errores defensivos. España o Paraguay, el próximo rival de los germanos


Por Fernando Pecorelle


El sueño de la Selección Argentina en el Mundial de Sudáfrica sucumbió nuevamente en los cuartos de final ante una Alemania poderosa que no le perdonó sus desacoples defensivos. En Ciudad del Cabo, el conjunto dirigido por Diego Maradona fue goleado por 4-0 y se despidió con una imagen plagada de tristeza e impotencia. La propuesta ofensiva no tuvo éxito por la falta de contundencia y el nivel inestable de las principales usinas de fútbol, con Lionel Messi a la cabeza. Thomas Müller, Miroslav Klose, en dos oportunidades, y Arne Friedrich marcaron para los teutones, que jugarán por semifinales ante España o Paraguay.
Las suposiciones previas en torno a quién iba tener la iniciativa del partido se consumieron a los pocos segundos de juego. Alemania mostró su faceta más temible: juego veloz por las bandas, toques cortos prolijos y una férrea presión para recuperar rápido la pelota. Apenas habían pasado dos minutos cuando los teutones le asestaron un mazazo demoledor a Argentina. Schweinsteiger ejecutó un tiro libre desde la izquierda y Müller logró despegarse de Otamendi para conectar el balón con un cabezazo que Romero no pudo contener. Por primera vez, el equipo de Maradona arrancó abajo en el marcador.
El tanto prematuro potenció todos los problemas de la Selección, que dejó al desnudo su preocupante falta de marca en el mediocampo y tuvo muchísimas falencias de coordinación. También se lo notó demasiado nervioso a Otamendi, un auténtico cúmulo de errores durante los primeros minutos. Y Alemania, guiada por Schweinsteiger, coqueteó con el segundo gol en varias oportunidades. Además de ser desequilibrante en ataque gracias a su picante juego por las bandas, el conjunto europeo también supo encimar a Messi y a Tevez para que no pudieran despegar en velocidad en las réplicas. Un plan perfecto.
Todo empezó a cambiar recién a los 15 minutos, cuando Messi logró alejarse del doble cinco rival para tejer sociedades con Tevez, Di María y Maxi Rodríguez. A los 21, la Pulga le dio un gran pase al Apache, que entró solo al área pero no pudo con el anticipo del arquero Neuer. La mejoría de Argentina se incrementó a los 25 gracias a una efectiva movida táctica: Di María cambió de franja con la Fiera y pasó a la derecha para aprovechar su perfil. A los 32, el rosarino estuvo a punto de igualar luego de otra asistencia de Messi, mientras que a los 36 fue anulado un gol de Higuaín por un evidente offside. El lateral izquierdo, custodiado por Boateng, fue el sector donde la Selección halló espacios para aprovechar.
Aunque Alemania debió resignarse a compartir la tenencia del balón, jamás perdió el filo de sus ataques. Las carencias de marca de Argentina quedaron al descubierto cada vez que los germanos se asociaron en velocidad. En las dos situaciones más nítidas, Klose y Müller perdonaron y estiraron la esperanza nacional. Aun con pocas ideas y muchos riesgos, Argentina nunca renunció en su búsqueda. Claro que todo es más arduo cuando hay poca elaboración y el vértigo es la única arma viable para dañar.
En el complemento, ambos equipos se abrocharon los cinturones para acelerar en un duelo de ida y vuelta. En esa vorágine pura, la Selección pareció quedar mejor parada y contó con las mejores oportunidades en los primeros 20 minutos. Di María mantuvo su buen trabajo por derecha, Messi y Tevez mostraron chispazos e Higuaín estuvo activo por todo el frente de ataque. Pero la falta de contundencia, fundamentalmente del Pipita, le impidió a Argentina estampar el merecido empate. Lejos de tener piedad, Alemania amplió la ventaja a los 22 por intermedio de Klose, que aprovechó una asistencia de Podolski por la zona derecha argentina.
Inmediatamente, Maradona mandó a la cancha a Pastore y desarmó la línea defensiva de cuatro jugadores. Una maniobra entendible por los apremios que reinaban en ese momento. Ante esta concesión, Alemania respondió con todo su poder de fuego. Schweinsteiger penetró la defensa y le cedió el tercer gol a Friedrich seis minutos después. El temible artillero Klose, que quedó un gol del récord de 15 de Ronaldo en Mundiales, selló la abultada diferencia a los 43, después de un contragolpe que condujo bien Özil. En tanto, todos los tibios intentos de Argentina terminaron muy desviados o en los guantes de Neuer.
Este equipo que supo potenciar la ilusión de todo un pueblo desde el 12 de junio cayó de pie ante un rival que no le perdonó todos esos desajustes que antes habían quedado maquillados. Los riesgos de apostar por un esquema con poca elaboración y mucha explosión quedaron a la vista y quizás ese será el primer reproche para efectuar. Aunque vale destacar que éste mismo elenco fue uno de los pocos en el Mundial que mantuvo a raja tabla su postura agresiva más allá del rival. El ansiado tercer título volverá a quedar postergado una vez más y la tristeza lastima a cada hincha albiceleste. Pronto será tiempo de sacar conclusiones de cara al futuro, ahora es tiempo de procesar las razones de un nuevo paso en falso.