jueves, 2 de septiembre de 2010

Derrota programada


El seleccionado nacional cayó ante los europeos por 84-82, en el último partido de la primera fase. De esta manera, tendrá descanso hasta el martes y su rival en octavos de final será el Brasil de Magnano. Si ganaba y concluía primero en el Grupo A, hubiese jugado el sábado. En el próximo encuentro regresaría Oberto.


Por Fernando Pecorelle

Argentina cayó con Serbia por 84-82, en su último partido de la primera fase del Mundial de Turquía. El seleccionado nacional perdió el invicto en el certamen -venía de superar a Alemania (78-74), Australia (74-72), Angola (97-70) y Jordania (88-79)- y terminó en el segundo puesto del Grupo A.

La gran figura del encuentro fue otra vez Luis Scola, quien convirtió 32 puntos, capturó siete rebotes y brindó dos asistencias. También se destacaron Pablo Prigioni y Carlos Delfino, con 13 conquistas cada uno -el primero además dio nueve asistencias-, y Paolo Quinteros, con 10 tantos.

Sergio Hernández repitió por tercera vez consecutiva el quinteto inicial: los tres antes mencionados, Román González y Hernán Jasen. Más allá de tener asegurada la clasificación a octavos de final, el objetivo era lograr el primer puesto de la zona aunque eso le diera menos descanso.

El arranque del encuentro fue favorable para la Albiceleste, que sacó ventaja en el marcador y mostró ráfagas de buen juego. Sin embargo, con el correr de los minutos comenzó a depender de Scola y el vértigo de Serbia disminuyó la diferencia a dos puntos para cerrar con un 22-20.

El segundo parcial pareció la continuidad del anterior, con un gran comienzo de la Argentina y un posterior deterioro. El descanso llegó con la victoria parcial para los europeos por 40-39, con un periodo de 20-17 en contra de los de la Oveja Hernández, y un total de 17 conquistas para Luifa.

En el tercer capítulo no hubo grandes cambios, porque Serbia mantuvo la ventaja en el marcador y también en el juego. El 18-15 para los del Viejo Continente globalizó un 58-54 que hacía vislumbrar un cierre apretado, con muchas interrupciones y suspenso hasta la última pelota del juego.

Tal como se preveía, la paridad en el resultado llevó a un cuarto final luchado e impredecible. Con el sonido de la chicharra como sentencia definitiva, los europeos decretaron su triunfo por 84-82 a pesar de haber caído en el parcial por 28-26 a raíz de un último esfuerzo albiceleste.

La derrota tiene su lado positivo, por el descanso. Es que si la Argentina terminaba primera en su zona hubiese jugado el sábado, mientras que la caída le dio tregua hasta el martes -y la chance de recuperar a Fabricio Oberto- para el choque con el Brasil de Rubén Magnano.