domingo, 29 de agosto de 2010

Corazón dorado


El equipo nacional venció a los oceánicos por 74-72, en un duelo en que a falta de trece minutos perdía por diez puntos. Scola y Leonardo Gutiérrez fueron las grandes figuras del conjunto de Hernández, que no pudo contar con Fabricio Oberto.


Por Fernando Pecorelle

Argentina pasó esta tarde una prueba muy complicada ante Australia. No hizo un buen partido, pero con corazón, experiencia y el inestimable aporte de Luis Scola (31 puntos) y los triples de Leonardo Gutiérrez (5/10 a distancia) se impuso por 74-72 en la segunda jornada del Mundial que se desarrolla en Turquía y es líder del Grupo A.

Pese a los abrazos y la satisfacción del final, la tarde comenzó torcida para la Selección, que perdió a Fabricio Oberto por un problema estomacal. Así, sin el mejor hombre para pelear debajo de los tableros, a Argentina le costó tomarle la mano a un equipo que lo superaba claramente en lo físico y que contaba con los tres jugadores más altos del campo (Andersen mide 2,12 metros; Maric tiene 2,10 y Nielsen 2,09).

A la Selección le costaba controlar las ofensivas oceánicas y en ataque carecía de claridad para optar por mejores opciones. Ausente sin aviso Carlos Delfino (apenas sumó 7 tantos en el partido), los puntos eran casi en exclusivad de Prigioni y Scola y se llegó al primer descanso con desventaja de 25-20.

En el segundo parcial empezó a lastimar Leo Gutiérrez, quien además se esforzaba al máximo debajo del aro para luchar contra las torres australianas y pese a una buena ráfaga, la distancia se estiró un punto (39-33). Pero lo peor estaba por llegar en los siguientes siete minutos, cuando los dirigidos por Hernández atacaron mal, defendieron peor y hubo máxima diferencia (43-53).

Pero ahí aparecieron los dos hombres de la noche, Scola para pelear y mandar a la red todo lo que le llegaba a la mano, y Leo Guitérrez para clavar dos triples fulminantes que permitieron tomar la delantera por primera vez (60-59), a falta de seis minutos.

De ahí hasta el cierre fue palo y palo, con Jasen volviendo a ser determinante en la lucha por los rebotes, pero el cierre fue para Australia, pero no le salió el tiro del final, la bola coqueteó con el aro, salió y Argentina sigue perfecta.

Corazón con talento


Argentina se impuso a Sudáfrica por 5-2 y comenzó con buen pie su participación en el Mundial que se desarrolla en Rosario. El próximo rival del equipo de Retegui será Corea del Sur.

Por Fernando Pecorelle

El seleccionado femenino de hockey sobre césped debutó con una victoria en el Campeonato del Mundo que se desarrollará en la ciudad de Rosario. Fue 5-2 ante Sudáfrica, en un duelo de poca equivalencia.

El equipo de Carlos Retegui siempre tuvo el dominio del partido, pero le costó marcar diferencias por el buen trabajo de la arquera Rix, quien antes del minuto de juego debió esforzarse para despejar un disparo de Noel Barrionuevo. Sin embargo, fue la propia Barrionuevo la que marcó el primer gol del partido, a los 16, a la salida de un corto.

La alegría duró poco porque Sudáfrica, que apenas cruzaba la mitad de la cancha, fue una vez a fondo y forzó un corto que capitalizó Coetzee (PT 22m). Con el resultado igualado se fueron al descanso.

Y tras el receso apareció Lucha Aymar y ya no fue partido. Dos estocadas de la mejor jugadora del mundo bastaron para empezar a sentenciar el juego. A los tres minutos, ingresó al área pura gambeta y sacó un remate bajo que se coló en el primer palo. Sesenta segundos más tarde desairó a dos sudafricanas y cedió para la entrada de Carla Rebecchi, quien toco con gol con el arco a su merced.

Con esa diferencia Argentina pudo controlar el partido sin mayores sofocones, cuidó algo de piernas para los próximos partidos -el martes va contra Corea del Sur-. Antes del cierre hubo un aluvión de goles: Aymar (ST 28m) amplió con un disparo bajo, descontó Ryan (ST 32m), puso cifras definitivas Mariné Russo (ST 34m) y en Rosario sólo hubo sonrisas.